MAHAMUDRA DEL TANTRA Una introducción a la meditación en el tantra Por Gueshe Kelsang Gyatso compre este libro por Internet lea un extracto Mahamudra del Tantra nos introduce a un nuevo mundo de la meditación. Explica la manera de utilizar nuestra imaginación como una poderosa herramienta en nuestra práctica espiritual. Mahamudra es un término sanscrito que significa unión del gran gozo y la vacuidad, la esencia de la meditación budista tántrica. Este libro es un práctico manual que nos ayuda a lograr una profunda experiencia de meditación y a descubrir la paz y felicidad que hay en nuestra mente. Nos introduce al profundo tema de la meditación tántrica con una claridad extraordinaria, haciendo extremadamente accesibles estas prácticas. Compre este libro en Tharpa España Compre este libro en Tharpa México Compre este libro en Tharpa US – español En el tantra de la etapa de generación, el practicante enfatiza el adiestramiento en el orgullo divino y la apariencia clara. Antes de generar orgullo divino, el practicante debe aprender a percibir su cuerpo y su mente como los de Heruka. Después, utiliza su cuerpo y mente imaginados de Heruka como bases de designación para su «yo» y piensa: «Soy Buda Heruka». Entonces, medita en este orgullo divino con concentración convergente. Adiestrándose de este modo alcanzará una profunda realización del orgullo divino que cree de manera espontánea que es Heruka, y en ese momento habrá cambiado las bases de designación de su yo. Desde tiempo sin principio, vida tras vida, las bases de designación de nuestro yo han sido siempre un cuerpo y una mente contaminados. Debido a que designamos nuestro yo sobre estas bases, cuando pensamos: «Yo» generamos de forma simultánea la ignorancia del aferramiento propio, la mente que se aferra al «yo» y a «lo mío» con existencia inherente, y que es la raíz de todos nuestros sufrimientos. Sin embargo, para el practicante de tantra cualificado, su profunda realización del orgullo divino le impide generar la ignorancia del aferramiento propio y, por lo tanto, no tiene ningún motivo para experimentar sufrimiento porque disfruta del entorno, disfrutes, cuerpo y mente puros de Heruka. Quizá nos preguntemos cómo puede un practicante que todavía no es un auténtico Buda Heruka creer que lo es, y cómo es posible que alcance la realización del orgullo divino si su creencia de ser Buda Heruka es equívoca. Aunque este practicante no sea un verdadero Buda Heruka, puede creer que lo es porque cambia sus agregados contaminados por los no contaminados de Heruka como bases de designación. La creencia de ser Buda Heruka en realidad no es equívoca, puesto que no es engañosa y nace de la sabiduría que realiza que el «yo» y «lo mío» carecen de existencia inherente. Por lo tanto, esta realización del orgullo divino que cree de manera espontánea que es Heruka tiene el poder para impedir que surja la ignorancia del aferramiento propio, la raíz del samsara. Los objetos no existen por su propio lado. No hay un «yo», un «lo mío» ni ningún otro fenómeno con existencia inherente; todos los objetos existen como meras designaciones. Los fenómenos son designados por el pensamiento sobre sus bases de designación. ¿Qué son las bases de designación? Por ejemplo, las partes de un coche son sus bases de designación. Las partes de un coche no son el coche, pero tampoco existe ningún coche separado de sus partes. El coche es designado sobre sus partes por el pensamiento. ¿Cómo? Al percibir cualquiera de las partes del coche, pensamos de forma natural: «Este es el coche». De manera similar, nuestro cuerpo y mente no son nuestro «yo» o «persona», sino sus bases de designación. Nuestro yo es designado sobre nuestro cuerpo y mente por el pensamiento. Al percibir nuestro cuerpo o mente, pensamos de forma natural: «Yo» o «lo mío». Sin bases de designación, los objetos no pueden existir; todos los fenómenos dependen de sus bases de designación. ¿Por qué es necesario cambiar las bases de designación de nuestro yo? Como se ha mencionado con anterioridad, desde tiempo sin principio, vida tras vida, las bases de designación de nuestro yo han sido siempre los agregados contaminados de nuestro cuerpo y mente. Puesto que las bases de designación de nuestro yo están contaminadas por el veneno de la ignorancia del aferramiento propio, experimentamos el interminable ciclo del sufrimiento. Por lo tanto, para liberarnos del sufrimiento de manera permanente, hemos de cambiar nuestros agregados contaminados por otros no contaminados como bases de designación. ¿Cómo podemos cambiar nuestras bases de designación? En realidad, ya lo hemos hecho innumerables veces. En el pasado hemos renacido incontables veces, y en cada renacimiento las bases sobre las que designamos nuestro yo fueron distintas. Cuando nacimos como un ser humano, las bases de designación de nuestro yo fueron el cuerpo y la mente de un ser humano, y cuando lo hicimos como un animal, lo fueron el cuerpo y la mente de un animal. Incluso en esta misma vida, al principio las bases de designación de nuestro yo fueron el cuerpo y la mente de un bebé, después, los de un adolescente, y finalmente, los de un anciano. Todas estas innumerables bases de designación han sido siempre agregados contaminados. Nunca hemos cambiado nuestros agregados contaminados por otros no contaminados como bases de designación. Esto solo se puede lograr siguiendo las enseñanzas tántricas de Buda. Para cambiar nuestros agregados contaminados por otros no contaminados como bases de designación, hemos de adiestrarnos en la apariencia clara y el orgullo divino. Como Buda muestra en sus enseñanzas de tantra, primero debemos aprender a purificar nuestro cuerpo y mente meditando en su vacuidad y en la de todos los demás fenómenos. Cuando percibamos solo la vacuidad, nos generamos como una Deidad iluminada, como Heruka. Luego, hemos de aprender a percibir con claridad nuestro cuerpo y mente como los de Heruka, nuestro mundo como la tierra pura de esta Deidad, y a los demás seres como Héroes y Heroínas iluminados. Esta práctica se denomina adiestramiento en la apariencia clara. Percibimos nuestro cuerpo y mente como los agregados no contaminados de Heruka y pensamos: «Soy Buda Heruka». A continuación, meditamos en este orgullo divino de manera continua con concentración convergente hasta que alcancemos una realización profunda del orgullo divino que cree de manera espontánea que somos Buda Heruka. Cuando lo hayamos conseguido, habremos cambiado nuestros agregados contaminados por otros no contaminados como bases de designación. Si, por ejemplo, nos llamamos Juan, no debemos pensar que Juan es Buda Heruka, sino sentir que Juan se disolvió en la vacuidad antes de generarnos como Buda Heruka. A continuación, pensamos que nuestro yo designado sobre el cuerpo y la mente de Heruka es Buda Heruka. Esta creencia no es equívoca porque nace de la sabiduría, mientras que las creencias equívocas siempre lo hacen de la ignorancia. La realización del orgullo divino surge de la sabiduría y es un poderoso método para acumular gran cantidad de méritos y sabiduría. Aunque hayamos alcanzado la realización que cree de manera espontánea que somos Buda Heruka, no hemos de revelarlo o proclamarlo a los demás, puesto que sería inapropiado en la sociedad convencional. Los demás seguirán viéndonos como Juan, y no como Heruka, y nosotros también sabremos que Juan no es Heruka. La realización del orgullo divino y la apariencia clara son experiencias internas con las que podemos controlar nuestros engaños y realizar acciones puras de forma natural. Por lo tanto, no debemos comportarnos de manera inapropiada, sino continuar con nuestras actividades diarias y relacionarnos con los demás con normalidad. Podemos practicar el tantra de la etapa de generación con la sadhana de autogeneración como Buda Heruka, que consta de oraciones rituales para alcanzar la realización de Buda Heruka. © Geshe Kelsang Gyatso & New Kadampa Tradition

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