1er. Etapa. La vida ha ascendido muchos peldaños al utilizar diariamente la forma. A través de los tres inferiores, con lento progreso, fue hollado el largo sendero. Ahora otra puerta está abierta. Y son emitidas las palabras: "Penetra en el camino del verdadero deseo". La vida, que se conoce a sí misma sólo como forma, se reviste de rojo vívido, el rojo del conocido deseo, y por medio del rojo todas las formas deseadas se acercan, son captadas y retenidas, utilizadas y desechadas, hasta que el color rojo cambia al rosa, del rosa a un rosado pálido y luego al blanco. Entonces florece la rosa blanca y pura de la vida. La diminuta rosa de viviente vida se ve en capullo; mas no la flor abierta. 2ª Etapa. El cuadro cambia de forma. Otra voz, que viene de muy cerca, pronuncia otra frase. La vida sigue su camino. "Entra en el campo donde juegan los niños y participa de sus juegos". Cuando ha despertado al juego de la vida, el alma atraviesa el portal. El campo es verde y sobre su ancha extensión las muchas formas movientes de la Vida una se divierten; forjan la danza de la vida las muchas formas modeladas que Dios adopta. El alma entra "en el campo de recreo del Señor" y juega en él hasta que ve la estrella de cinco brillantes puntas y exclama: "Mi Estrella". La estrella es sólo un punto de luz, aún no es un sol radiante. 3ª Etapa. El camino del rojo deseo fracasa. Pierde su seducción. El campo de recreo de los hijos 244 de Dios ya no ejerce atracción. La voz emitida dos veces desde el mundo de la forma, se enuncia ahora dentro del corazón. Llega el desafío: "Prueba tu propio valor. Posesiónate de la esfera anaranjada de tu propósito centralizado". Respondiendo a la palabra emitida, el alma viviente, sumergida en la forma, emerge de las muchas formas y abre su camino hacia adelante. Viene el camino del destructor, del constructor y nuevamente del destructor de las formas. Las formas destruidas no tienen el poder de complacer. La propia forma del alma es ahora el gran deseo, y así entra al campo de recreo de la mente. Pero en estos sueños y fantasías llega a veces una visión –la visión de un capullo de flor de loto, sus pétalos cerrados, apretadamente sellados; sin aroma todavía, pero bañado en una fría luz azul. El color naranja y el azul, en lejana época serán fusionados. Su fusión baña en luz el capullo y trae su futura apertura. Que la luz brille. 4ª Etapa. Dentro de la oscuridad prosigue la vida. Una voz diferente parece surgir: "Penetra en la caverna y encuentra tu propia caverna; camina en la oscuridad y sobre tu cabeza lleva una lámpara encendida". La caverna es oscura y solitaria; es fría y un lugar de numerosos sonidos y voces. Las voces de los muchos hijos de Dios, que quedaron jugando en el campo de recreo del Señor, y claman pidiendo luz. La caverna es larga y estrecha. El aire está cargado de nieblas. El ruido del agua que corre se encuentra con el del viento impetuoso y el frecuente retumbar del trueno. A lo lejos, nebulosa y muy vagamente percibida, aparece una abertura ovalada de color azul. Extendida a través de este espacio azul, se ve una cruz rosada, y en el centro de la cruz, donde se unen los cuatro brazos, una rosa. En el brazo superior, un vibrante diamante brilla en el centro de una estrella de cinco puntas. El alma viviente se arroja con ímpetu hacia la cruz que impide su camino hacia la vida, revelada y conocida. La cruz aún no ha sido cargada y, por lo tanto, quedó atrás. Pero adelante va el alma viviente, los ojos fijos sobre la cruz, los oídos atentos a los lamentos de todas sus almas hermanas. 5ª Etapa. ¡Afuera hacia la radiante vida y luz! La caverna es dejada atrás; la cruz es echada abajo; el camino queda expedito. Las palabras suenen claras dentro de la cabeza y no dentro del corazón. "Entra de nuevo en el campo de juego del Señor y esta vez dirige los juegos". El camino hacia el segundo rellano está cerrado, pero por obra del alma misma. El rojo deseo ya no rige la vida, pero ahora la clara llama azul arde con fuerza. En el último peldaño del Camino cerrado él vuelve atrás y pasa abajo hasta el campo de juego, donde encuentra envolturas muertas construidas en una etapa anterior y pisando sobre las formas descartadas y destruidas tiende las manos serviciales. Sobre su hombro está el ave de la paz; en sus pies las sandalias del mensajero. ¡Aún no ha llegado la completa gloria de radiante vida! ¡Aún no ha penetrado en la paz 245 eterna! Aún queda el trabajo y la elevación de los pequeños. Aquí tenemos en forma simbólica cuadros de la vida y del progreso humanos, de la vida en la forma y en el crecimiento mediante el proceso constructivo que caracteriza el trabajo creador. Es sólo una escueta traducción de algunas frases mántricas y algunos símbolos básicos, y de ninguna manera deben considerarse como algo que únicamente indica un proceso, velado y expresado de manera tal, que sólo quienes saben pueden comprenderlo. Los esotéricos observarán que estas cinco etapas abarcan el período de vida de toda forma, no importa que el creador sea cósmico, planetario o humano. Toda forma es construida por una chispa impulsora de vida, emanada de un creador, y crece etapa tras etapa bajo la ley de crecimiento –un aspecto de la ley de atracción, que es la ley de la vida. Esta ley colabora con la Ley de Causa y Efecto que, como sabemos, es la que rige la materia. Causa, atracción o deseo, crecimiento y efecto –estas cuatros palabras rigen la construcción de cualquier forma mental. Cuando esta última es una entidad completa, constituye un efecto producido por el crecimiento, bajo el poder de una causa organizada. La raza ha evolucionado hasta un punto en que pensamos en los efectos en términos de cualidad mas bien que de materia. Para nosotros existe una forma mental cuyo fin es producir un efecto. Hemos llegado a sentir que la razón de ser de todas las formas es expresar alguna cualidad subjetiva, que nos dará la clave del propósito de su creador. Reflexionen sobre estas palabras. Por lo tanto en esta regla encontramos que el propósito de la palabra pronunciada es decirle a las vidas que constituyen la forma "qué deben hacer y dónde han de llevar lo que ha sido hecho". Así nos encontramos con la idea de propósito, actividad y meta. No es necesario acentuar o agregar a la enorme cantidad de literatura publicada, la significación del propósito en conexión con una forma mental tal como un sistema solar, un planeta, un reino de la naturaleza o un ser humano. En cierto sentido esta subjetiva triplicidad de propósito, actividad y meta, es bien conocida, y en otro sentido es de naturaleza demasiado elevada e inescrutable para ser tratada en estas instrucciones e internarnos en los reinos de la especulación. Desde largo tiempo la religión se ha preocupado por la meta; actualmente el científico intenta tratar con el aspecto actividad; los pensadores y filósofos más avanzados constantemente especulan con la voluntad de Dios. Sólo cuando el hombre se someta a la disciplina de su propia voluntad espiritual, controle la actividad de las vidas dentro de su naturaleza forma y se oriente hacia la meta, a medida que progresivamente hace un llamado a su visión, llegará a una verdadera comprensión del plan, el cual constituye la voluntad de Dios, en la medida en que pueden captarla los seres humanos. Ahora nos ocuparemos de las formas mentales que el hombre comienza a crear mientras diariamente aprende a pensar, pues es la primera lección que debe aprender en el trabajo mágico. El creador en materia mental debe: a. Aprender a construir inteligentemente. b. Dar el impulso, mediante palabras correctas, que animará lo que ha construido y permitirá a la forma mental trasmitir la intención de la idea. 246 c. Exteriorizar su forma mental, orientándola correctamente hacia su meta, dirigiéndola con tal exactitud que alcance el transmisor su objetivo y cumpla su propósito. La necesidad de pensar claramente y eliminar pensamientos ociosos, destructores y negativos, aumenta cuando el aspirante progresa en su camino. Cuando se va acrecentando el poder de la mente y el ser humano distingue su pensamiento del pensamiento de la masa, inevitablemente construye formas de sustancia mental. Al principio lo hace automática e inconscientemente. No puede evitarlo y, afortunadamente, para bien de la raza, las formas construidas, por ser tan débiles, la mayor parte son inocuas o están muy de acuerdo con los pensamientos de las masas que sus efectos son insignificantes.

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